Tras unas reconstituyentes vacaciones sevillanas, llenas de ricas tostadas en manga corta (y acompañadas de mambrino), unas birritas salvadoreñas (nada de cañas, y cruzcampos, obviamente), alguna que otra excursión nocturna (sector A a saco), una mijita de turismo (no vea niño la de tiempo sin entrar en la catedral!!) y mucho hermanismo, pues que andamos de vuelta en los madriles.
Nos vemus en los bares, digo, en los museos!

Por cierto, la estancia sureña también me ha convertido en fan de los Ocultos. Koloke, yo también soy paquista!
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